La dermatitis atópica, una enfermedad crónica que afecta a una parte significativa de la población, sigue siendo en gran medida un enigma. Sus síntomas pueden variar desde leves hasta severos, y su tratamiento se centra en aliviar los síntomas y controlar los brotes. Existen muchas preguntas frecuentes sobre la enfermedad, incluyendo su heredabilidad, el papel de la higiene y la dieta, así como la influencia de factores ambientales como el clima y la contaminación. Además, se ha observado que el estrés puede exacerbar la enfermedad. Aunque no hay una cura definitiva, el tratamiento adecuado y los cuidados diarios pueden ayudar a manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

Cinco cuidados básicos para la piel atópica:

  1. Hidratación regular: Aplicar una crema hidratante específica para pieles atópicas al menos dos veces al día, preferiblemente después del baño, ayuda a mantener la piel hidratada y a reducir la sequedad.
  2. Baños cortos y tibios: Evitar baños largos y con agua caliente, ya que esto puede eliminar los aceites naturales de la piel y empeorar la sequedad. Opta por duchas o baños cortos con agua tibia.
  3. Uso de productos suaves y sin fragancia: Utilizar productos de limpieza suaves, como geles de baño sin jabón y detergentes hipoalergénicos para la ropa. Evita los productos con fragancias y colorantes que puedan irritar la piel.
  4. Vestir con prendas de algodón y evitar tejidos irritantes: Opta por ropa suave y transpirable, preferiblemente de algodón, y evita tejidos ásperos o sintéticos que puedan irritar la piel. Lavar la ropa con detergentes suaves y enjuagarla adecuadamente también es importante para reducir el riesgo de irritación
  5. Evitar el rascado: Aunque puede resultar tentador, rascarse puede empeorar la irritación y provocar lesiones en la piel. Intenta mantener las uñas cortas y usa técnicas para aliviar la picazón, como compresas frías o cremas específicas para ello.